Vuelvo a tomar prestado una entrada en otro blog para compartir con ustedes un texto que me parece de lo más acertado respecto a la labor tan ingrata de los entrenadores.
El texto original lo escribe Alberto Llopis y podeis leerlo pinchando aquí
Aquí esta fabulosa reflexión:
"Ser entrenador es una de las cosas más difíciles que existen
en el mundo del deporte. En cualquiera de ellos, haga lo que haga un
entrenador, siempre tendrá alguien que cuestione su trabajo. Es algo que no
falla, matemático. Lo vemos en entrenadores de élite, en este caso fútbol que
es el deporte que nos atañe, que incluso alcanzando las cotas más altas son
criticados por sus planteamientos o ideas. Cualquiera de la grada hablará y
sabrá más que él.
Si nos vamos al fútbol base, terreno complicado, muchos son
los que tranquilamente ponen en juicio el trabajo del entrenador. Da igual la
categoría, pre-benjamín o juvenil, siempre habrá alguien disconforme que sabrá
más que tú, amigo entrenador. Y ahí es donde nos preguntamos entonces porque
realizamos este trabajo si es muy difícil que nadie lo reconozca. La respuesta
es simple, para ser entrenador debes de llevarlo desde dentro. Entrenadores de
banda y grada hay muchos, entrenadores de verdad que den el paso al frente y
cojan un equipo pocos.
Y es que hoy en día para ser entrenador tienes que estudiar
los distintos niveles donde te atiborran de conceptos, detalles, ideas y te
enseñan a prepararte para este deporte. Vamos dedicar un montón de tiempo y
varios años para conseguir tus diferentes carnets de entrenador.
Después te chupas
multitud de partidos desde la base, de campo en campo por tu ciudad e incluso
provincia, año tras año subiendo de categoría, trabajando con chavales.
Intentando aprender y exprimir al máximo lo que has aprendido con tanto
esfuerzo en esos cursos que te dan un carnet que dice que eres entrenador, el
que no tienen esos que saben más que tú y te ponen verde desde la grada. Pero
que no tardarán en decir que te lo han regalado.
Pero da igual todo eso, y que los que están fuera no sepan
diferenciar un ataque directo de un ataque posicional. Una transición
defensa-ataque les sonará a política y
hablarán de pases al hueco en vez de pases en profundidad o al espacio
como si jugaran a la Play. No habrán gestionado un grupo de chavales ni habrán
dirigido nunca un equipo de fútbol pero con un simple este entrenador no tiene
ni idea, hay que subir las líneas o chuta fuerte hacía arriba, vamos lo
arreglarán. Y encima, sabrán más que tú pero eso amigo entrenador, será siempre
tu cruz.
Pocos
estarán contigo en las derrotas aunque aportes otros valores importantes pero
la sensación del trabajo bien hecho es lo único que te deberá importar porque
por eso eres entrenador. Si te importara lo que dijeran otros, te hubieras
dedicado a otra cosa"
Espero les haya gustado.
Un abrazo!
Selu Pérez

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